La semana Anterior, después de una larga noche de buen festejo por las festividades de la ciudad de Quito, me invitaron a ser parte de una casa abierta en una comunidad indígena de la provincia de Cotopaxi a 2 horas de Quito, llamada Pastocalle, no me considero un experto en el tema del buen trato infantil, sin embargo allí estuvimos aportando con buenos consejos e ideas para el desarrollo de esta sociedad. Bueno como es costumbre acá en mi País, los indígenas de mi Ecuador Andino, organizaron una gran fiesta con motivo de el desempeño en el área del buen vivir infantil (aclaro no soy parte del gobierno, solo de un cambio social).
Eso me enorgullece porque nos hace diferentes, no me imagino un gringo vestido de hawaiano bailando blues, eso no se vería para nada estético, mientras que en mi país nuestra interculturalidad nos hace únicos, creo que no soy el único que ha visto estas cosas porque la subconsciencia intercultural nos hace libres a volar por nuestro país.
El Grafo
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